El Parlamento y el Consejo Europeos han acordado subir de un 40% a un 55% el objetivo de reducción de emisiones de efecto invernadero que la Unión Europea se había fijado para 2030. Con el objetivo colectivo del 40%, a los fabricantes de camiones se les exigió una reducción media del 30% en las emisiones de CO2 de sus vehículos para 2030 y del 31% en furgonetas; esta subida al 55% supondrá que también se eleve el objetivo para los fabricantes de vehículos.
Los representantes del Consejo y Parlamento Europeos, que negociaban el contenido de la Ley Europea del Clima, han encontrado un punto medio en relación con el establecimiento de un nuevo y más ambicioso objetivo de reducción de las emisiones de efecto invernadero que el 40% fijado en 2014 por la UE. Frente al 60% que pedía el Parlamento, se ha impuesto finalmente la opción del 55% propuesto por la Comisión Europea y que el Consejo ha dado por bueno.
Lo que no cambia es el objetivo último: que en 2050 la Unión Europea sea un continente neutro en emisiones de efecto invernadero.
Recapitulemos. El Consejo Europeo, que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la UE, acordó en octubre de 2014 unos objetivos básicos para frenar el cambio climático: más cuota de energías renovables, más eficiencia energética y al menos una reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero, en relación con los niveles de emisiones de 1990.
Con esta reducción del 40% sobre la mesa, en 2019 se aprobaron sendos Reglamentos que exigen a los fabricantes de camiones y de furgonetas que el promedio de las emisiones de CO2 de los vehículos que vendan en 2025 debería ser un 15% inferior que el de los camiones vendidos en 2019 en el caso de los camiones, mientras que en furgonetas el año de referencia es este 2021.
Y para el año 2030 el objetivo es de una reducción del 30% en camiones y del 31% en furgonetas.
El objetivo del 15% es inamovible, pero en el Reglamento se estableció que en el año 2022 se debe revisar el objetivo de los camiones del 30% para 2030. Y este mismo año se revisará el del 31% que se fijó para las furgonetas. (Para los turismos también se han fijado objetivos: del 15 y el 37,5%, para 2025 y 2030, respectivamente).
El Acuerdo Verde Europeo
Tras la presentación del Acuerdo Verde Europeo en diciembre de 2019, como ya explicamos en una entrada de nuestro blog, todo apuntaba a que el objetivo general de reducción de emisiones que se fijó en 2014 para el año 2030 se iba a revisar al alza. En ese documento la Comisión Europea propuso elevar la reducción de gases de efecto invernadero del 40% a entre un 50% y un 55% como objetivo para el año 2030, como finalmente ha sucedido.
Con esta reducción del objetivo general, todo lleva a pensar a que el año que viene se revisará la alza la reducción de las emisiones de CO2 de los vehículos.
Los fabricantes lo dan por hecho
De hecho, los fabricantes europeos lo dan por hecho. La asociación que los representa, la ACEA, hizo publico un comunicado a finales de marzo en el que se afirmaba que la industria del automóvil de la UE está abierta a objetivos más altos de reducción de CO2 para los automóviles en 2030, pero con la condición de que estén directamente unidos a compromisos vinculantes de los estados miembros para implementar los puntos de carga eléctrica y las estaciones de hidrógeno necesarios.
Concretamente, piden que la próxima revisión del Reglamento de emisiones de CO2 de turismos y furgonetas se base a objetivos estrictos de despliegue de estas infraestructuras de repostaje en toda la UE. Objetivos que deben establecerse en la revisión de la Ley de Infraestructura de Combustibles Alternativos, que se está tramitando actualmente. “Cualquier nuevo objetivo de CO2 para 2030 para automóviles debe estar condicionado al correspondiente aumento de infraestructuras», se señalaba en el comunicado de la ACEA.
