Las presiones llevadas a cabo por las principales organizaciones de transporte catalanas contra la expulsión del 50% de la flota de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona a partir del 1 de julio ha dado sus frutos, y la Autoridad Metropolitana de Barcelona ha comunicado la prórroga hasta el 31 de diciembre del acceso de camiones sin etiqueta de la DGT a la Zona de Bajas Emisiones, además de su predisposición al diálogo.
Las movilizaciones convocadas por las principales organizaciones de transporte catalanas a partir del 31 de mayo ha dado sus frutos ya que la Autoridad Metropolitana de Barcelona les ha comunicado su disposición a negociar con las organizaciones empresariales del sector (entre ellas AGTC, ASTAC CONDAL y GREMI del TRANSPORT, todas ellas pertenecientes a FENADISMER) para encontrar una solución que sea viable y realista para la actualidad del transporte catalán, que no puede permitirse reconvertir de la noche a la mañana el 50% de su flota pesada (porcentaje que se estima carece de distintivo o etiqueta medioambiental de la DGT) de transporte de mercancías en vehículos medioambientalmente sostenibles, y con etiqueta de la DGT, para poder pasar a la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona para realizar su trabajo.
Las movilizaciones a partir del 31 de mayo, que iban a transcurrir por la Zona Franca, Ronda del Dalt y Ronda Litoral, en consecuencia han quedado desconvocadas, y no solo por la disposición de las autoridades de Barcelona a negociar una solución con los transportistas, si no porque también se han comprometido a prorrogar el acceso de los camiones sin distintivo medioambiental a la Zona de bajas Emisiones de Barcelona, al menos hasta el 31 de diciembre y además, van a lanzar una línea de ayudas para la renovación de la flota.