Tanto la Seguridad Social como Hacienda embargan el 100% de las dietas de los conductores de forma cada vez más generalizada y extendida ya que no son consideradas retribución salarial. Para FENADISMER es un motivo más que desincentiva a los conductores profesionales a permanecer en la profesión.
En el caso de que un conductor profesional vea su nómina embargada por Hacienda o la Seguridad Social, por los motivos previstos que sean pertinentes en cada caso, a las dietas no se les aplica ningún limitémoslos como si se hace con la nómina o con todos los conceptos considerados salariales, de forma que cada vez es más frecuente que los embargos correspondientes a las dietas alcancen al 100% de su importe.
Son las empresas de transporte las que tienen que aplicar esta retención del 100% de la dieta para su pago a la administración que haya embargado el salario del conductor, y, en caso de no hacerlo, son ellas las responsables subsidiarias y tendrían que proceder al pago de esas cantidades.
La Seguridad Social lo tiene claro al señalar que “las dietas constituyen derechos de crédito que ostenta el trabajador frente al empresario a las que procede la diligencia de embargo de créditos y derechos, sin que les resulten de aplicación los límites de inembargabilidad al no tener la condición de salario”.
Como es una práctica cada vez más extendida en el sector, las organizaciones del Comité Nacional han solicitado reiteradamente a ambas administraciones que revisen esta posición tan «restrictiva» ya que hay jurisprudencia favorable para limitar también el porcentaje de cantidad embargada en retribuciones no salariales como las dietas. Y es que ambas administraciones han generalizado esta práctica sin tener en cuenta el perjuicio que se le ocasiona al sector de transporte.
El perjuicio no es otro que un motivo más para desincentivar a conductores profesionales para permanecer en la actividad de transporte ya que si ven embargadas sus dietas al 100%, son ellos, con sus propios recursos, los que tienen que hacer frente a los gastos que se les genere el ejercicio de su actividad profesional. Con lo que a su vez se merma aún más el salario que finalmente percibe el conductor. Así, se está viendo que, conductores profesionales afectados por esta situación, abandonan la actividad.
La escasez de conductores es un problema serio y global que afecta a más del 20% de las empresas de transporte españolas, según studios recientes. El propio Real Decreto-Ley 2/2022 de medidas para la sostenibilidad del transporte de mercancías por carretera señala que ahora mismo hay una carencia de 15.000 conductores profesionales, aunque nuestro porcentaje de población activa desempleada es bastante elevado (en torno al 20%).
En la próxima década se prevé un empeoramiento de esta situación, ya que la edad media de los conductores profesionales es elevada. Cuando llegue el momento de su jubilación no habrá suficientes conductores de relevo.
Para FENADISMER ni la administración pública ni el sector privado están dando los pasos necesarios para poner soluciones a un problema que puede suponer un colapso de la cadena de suministro tal y como conocemos ahora. Con problemas para abastecer a la industria, pero también a la población en general.
