Peajes sí, peajes no… La patata caliente que nadie quiere tocar

Pasan las semanas y cada pocos días tenemos titulares en los periódicos sobre los peajes en las carreteras españolas: peajes sí, peajes no… Una patata caliente que nadie quiere tocar. En pleno periodo electoral, el Gobierno actual no quiere ni oir hablar de este tema. El resto de partidos ni lo menciona.

El tema de los peajes, que ha estado dormido durante años, casi toda la legislatura, aunque con revelaciones puntuales en función de los intereses de cada uno, está volviendo a coger vuelo. Estamos en periodo electoral y es un tema que genera mucho debate, y casi una total oposición por parte de la ciudadanía, no vamos a mencionar ya la oposición de los transportistas, que es de sobra conocida.

Los transportistas tienen firmado un acuerdo con el Gobierno actual, en diciembre de 2021, por el cual este último se comprometía a no establecer peajes en las carreteras sin consenso con el sector.

Además del consenso con el sector, se necesita el consenso con los demás partidos políticos y con las Comunidades Autónomas, por lo que es difícil, si realmente se va a hacer con consenso, que salga nunca adelante.

El Gobierno actual llegó con el planteamiento de establecer peajes en las carreteras españolas, lo había incluido en su propuesta de Ley de Movilidad Sostenible, pero lo descartó cuando vio que el consenso iba a ser imposible. Lo introdujo entre las medidas que se iban a establecer en España como contrapartida a la recepción de fondos de la Unión Europea, los fondos para la recuperación tras la pandemia de COVID. Bruselas exige que se fijen medidas de recaudación, sobre todo medioambiental, y los peajes, bajo el principio de que «el que contamina, paga» cumplen ese objetivo, para Bruselas.

Hace unos días, Pere Navarro, director general de la DGT, afirmó que los peajes llegaban en 2024, aunque luego se tuvo que desdecir y todo el Gobierno salió en tromba, también la Ministra de Transportes, Raquel Sánchez, para decir que no. Que no había ni planteamiento. Y que este Gobierno no los iba a establecer ya que, entre otras muchas cosas (de índole económico y social), no hay consenso para ello.

Sabemos que España no ha solicitado los fondos (10.000 millones de euros) del primer semestre de 2023, entre otros motivos porque no se han cumplido los objetivos que España había propuesto. Objetivos no solo económicos, de diversa índole. Entre ellos, el establecimiento de peajes para 2024, porque el Gobierno ha sustituido esta propuesta por otra, hacer un estudio sobre cómo podrían mantenerse o financiarse las carreteras, sin necesidad de peajes. Un estudio del que no se concreta nada.

Puede ser que a Bruselas «le cuele» o no este cambio en la propuesta, lo más probable es que no. Pero lo que sí que es cierto es que no hay forma de llegar a 2024 con peajes: establecer peajes lleva mucho tiempo y dinero. Implica hacer estudios de las infraestructuras, estudios económicos, hacer inversiones para instalar los pórticos o el sistema de cobro, un soporte informático complejo… Todo esto lleva mucho tiempo.

Por supuesto, ningún partido político lo menciona en sus programas, en sus exhibiciones públicas, ni en los mitines, o en los debates… Ni a favor ni en contra. No es que sea una patata caliente, es que es una bomba que tarde o temprano a alguno le va a estallar en las manos. Y seguramente será a los ciudadanos.

Por cierto, que los partidos políticos no es solo el tema de los peajes el que no tocan, tampoco mencionan al transporte por carretera, pero a ser un sector estratégico, esencial, dar trabajo a más de 560.000 personas y representar el 3% del PIB.