Aprobación definitiva del Reglamento de puntos de carga eléctricos y de hidrógeno. Tras el visto bueno del Parlamento Europeo el pasado 11 de julio, el martes 25 el Consejo Europeo ha cerrado el proceso de aprobación al Reglamento relativo a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos. En enero de 2026 deberían empezar a verse los resultados en las carreteras europeas.
En julio de 2021, hace ahora justo dos años, la Comisión Europea presentó, dentro del paquete de medidas “Objetivo 55”, su propuesta de Reglamento relativo a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos. Una tramitación que se ha alargado por las diferencias de posición entre el Parlamento Europeo, más ambicioso en la fijación de objetivos, y el Consejo. Finalmente, a finales de marzo de 2023, los representantes de ambas instituciones alcanzaron un acuerdo, que ha sido refrendado por el pleno del Parlamento Europeo el pasado 11 de julio y el 25 de julio por parte del Consejo Europeo, formado por los representantes del Gobierno de cada estado miembro de la UE.
El nuevo Reglamento se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea después del verano y entrará en vigor a los 20 días de su publicación. Las nuevas disposiciones se aplicarán a partir de los seis meses de la entrada en vigor del Reglamento. Al contario que las Directivas, que cada estado miembro tiene que redactar en todos los casos normativa propia para aplicar su contenido, los Reglamentos son de aplicación directa: los países miembros de la UE tienen la obligación de aplicarlos tal cual, con poco margen de “adaptación”.
Una red operativa a partir de 2026
En las carreteras, los “efectos” del Reglamento relativo a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos se tendrán que empezar a notar a partir de finales de 2024, con una primera obligación muy genérica para cada estado miembro: que para cada vehículo eléctrico de batería ligero matriculado en su territorio se suministre una potencia disponible total de al menos 1,3 kW a través de estaciones de recarga de acceso público; y 0,80 kW por cada vehículo híbrido enchufable ligero.
Los objetivos más concretos se han marcado para el inicio del año 2026: deberán estar en funcionamiento estaciones de recarga de al menos 400 kW, con un punto de carga rápida de al menos 150 kW de potencia para turismos y furgonetas cada 60 km en los principales corredores de transporte de la UE, la denominada “Red transeuropea de transporte (RTE-T)”.
Para vehículos pesados, igualmente cada 60 km, estaciones de 1.400 kW con una potencia disponible, con al menos un punto de recarga de 350 kW en los principales corredores de la red de carreteras de la RTE-T y cada 100 km en la red global (secundaria) de la RTE-T.
En 2030 la cobertura deberá ser total en la red de la RTE-T. Para ese mismo año deberá haber estaciones de repostaje de hidrógeno en todos los nodos urbanos y cada 200 km en la red básica (carreteras principales) de la RTE-T. En la entrada que publicamos cuando el Parlamento Europeo aprobó el Reglamento tienes todos los detalles.
Facilidades para el pago y de información
Señalar que en el Reglamento también se han incluido medidas para que los usuarios de vehículos eléctricos o de hidrógeno puedan pagar fácilmente en los puntos de recarga o repostaje con tarjetas de pago o dispositivos sin contacto sin necesidad de suscripción, y para que los precios sean totalmente “transparentes”.
Además, los operadores de los puntos de recarga o repostaje deben proporcionar a los consumidores información completa a través de medios electrónicos sobre la disponibilidad, el tiempo de espera o el precio en diferentes estaciones.
Puntos de recarga para barcos y aviones
Por otra parte, junto con la carretera, en el Reglamento también se incluyen objetivos para barcos y aviones. En este sentido, los puertos marítimos que acojan un número mínimo de grandes buques de pasaje o buques portacontenedores deberán suministrar electricidad en puerto a dichos buques de aquí a 2030, y los aeropuertos deben suministrar electricidad a las aeronaves estacionadas de aquí a 2025 en todas las puertas, y de aquí a 2030 en todos los puestos de estacionamiento remotos.
