FENADISMER y Continental han llevado a cabo un estudio sobre seguridad, medioambiente e innovación en los profesionales de transporte españoles. Las conclusiones sorprenden, por ejemplo, el hecho de que más del 60% de los transportistas compraría diésel, frente al 3% que compraría eléctricos, aunque afirman sentirse preocupados por la sostenibilidad de su actividad.
El diésel sigue siendo la motorización que elegirían el 63% de los transportistas si tuvieran que renovar o ampliar flota. Esta es la conclusión que se desprende del estudio sobre seguridad, medioambiente e innovación que ha llevado a cabo Continental con la colaboración de FENADISMER.
El objetivo del estudio era conocer el grado de conocimiento del sector sobre estos temas, pero también su preocupación y las medidas que piensan adoptar o creen que deberían adoptarse sobre temas como la escasez de conductores o cómo reducir las emisiones.
De las respuestas de los transportistas, que han participado de forma anónima y voluntaria, se ha sacado una interesante foto del estado del sector en cuestiones fundamentales como la seguridad o la sostenibilidad, pero también de cuáles son ahora sus preocupaciones y los frentes abiertos, que son muchos.
La seguridad y la digitalización en el transporte
Continental no es solo un fabricante de neumáticos, es un proveedor de soluciones digitales para el transporte, que tiene claro que la digitalización aporta ventajas en seguridad, sostenibilidad y eficiencia que no son suficientemente conocidas, como el estudio también pone de manifiesto, cuando un 70% de los encuestados afirma conocer la existencia de herramientas de digitalización, pero solo un 19% confirma un conocimiento más en profundidad o incluso su utilización. A la vez, un 37% afirma tener desconocimiento sobre ellas.
Profundizando en el tema, a la pregunta de si la digitalización puede influir en mejorar la seguridad, un 37% da un sí rotundo, mientras que un 30% dice que no. El resto, no tienen opinión.
Sin embargo, por abrumadora mayoría, más del 90% consideran la seguridad como un factor vital en su empresa. Es decir, les preocupa la seguridad, como es más que lógico, pero no conocen o no entienden las ventajas que la digitalización les puede aportar para la mejora de la seguridad. Antonio Sangüesa, responsable de soluciones digitales de Continental, confirma que el PIB de un país aumenta a medida que aumenta la digitalización del mismo. Además, «hoy en día, una flota media ya no puede manejarse correctamente sin soluciones digitales, entre las que entran los neumáticos conectados.«
En relación con la digitalización y las herramientas de conectividad, al preguntar por formación y en qué campos creen que necesitarían estar formados o más formados, un 47% responde que en digitalización, un 46% que en seguridad y un 34% en sostenibilidad. En este caso, podían marcarse varias respuestas. Es decir, los transportistas afirman mayoritariamente no utilizar las herramientas de digitalización pero sí que han entendido que éstas pueden ser clave para mejorar los otros aspectos que les preocupan, como la propia seguridad o la sostenibilidad. Casi un 80% de los encuestados, estarían dispuestos a formarse en estos campos.
Entonces, ¿por qué no se forman? ¿No hay oferta de formación suficiente en este campo? ¿No llega la información por los canales adecuados para formarse? Es evidente que en este campo, la digitalización y conectividad, son los fabricantes los grandes expertos, los que cuentan con las herramientas adecuadas y los profesionales preparados. Hay que esforzarse más, está claro, en llevar la formación en nuevas tecnologías al transporte, a la calle, porque hay demanda.
Los neumáticos pieza clave de la seguridad y el consumo
El estado del vehículo es fundamental para la seguridad, el consumo y la sostenibilidad. Por eso, un 96% de los transportistas dan una importancia vital al mantenimiento del vehículo, y, dentro de los diferentes aspectos que influyen en el estado del vehículo, los neumáticos, su revisión y su cambio, es en un 65% de las respuestas el elemento que más influye en dar una vida útil larga al camión, así como el realizar los cambios de aceite recomendados, también en un 65%. Los encuestados no tenían que elegir una u otra respuesta, era posible dar varias respuestas.
En relación con los neumáticos, en el caso de los de camión no hay ninguna norma legal en España que exija una profundidad mínima del dibujo, como sucede en el caso de los neumáticos de turismo. Si tenemos en cuenta que la profundidad del dibujo, el desgaste de la goma, influye en la seguridad, en la distancia de frenada, en el comportamiento del camión, sorprende que los neumáticos de los vehículos pesados no tengan esta exigencia.
Los transportistas encuestados han respondido de forma mayoritaria, un 62%, a la necesidad de que se fijara reglamentariamente una profundidad mínima del dibujo del neumático. Puede sorprender por el aspecto económico, pero no, si tenemos en cuenta la importancia que mayoritariamente dan a la seguridad.
Antonio Sangüesa, responsable de soluciones digitales y servicios a flotas de Continental, apunta que el caso español es aislado, Francia o Portugal, entre otros, cuentan con una hendidura mínima también para el neumático de camión. Un solo milímetro de goma, afirma, son muchos euros de coste, por eso existe ContiLife Cycle, con el que el fabricante de neumáticos busca maximizar el uso del neumático.
El diésel sigue siendo la apuesta segura para un 63% de los transportistas
Si hablamos de sostenibilidad, hay que conocer cuáles son las tendencias de compra de los transportistas en lo que a motorizaciones se refiere: un 63% de los transportistas encuestados tienen claro que se decantarían por un motor diésel. Sigue siendo la tecnología que más confianza les proporciona. Solo un 3% afirma que elegirían un vehículo eléctrico.
El problema real que tienen los transportistas es la incertidumbre que rodea su decisión de compra, lo que a muchos les está llevando a posponerla. Mientras, desde las instituciones comunitarias y desde el propio Gobierno español se ha hecho una firme apuesta por el vehículo eléctrico, la realidad en el transporte es otra: la oferta real de vehículos, la red de recarga y potencia de esa red lo que influye en el tiempo de recarga, el precio del kWh poco competitivo frente al diésel, las autonomías de los camiones eléctricos y el precio, prácticamente el doble que la versión diésel.
Desde FENADISMER, que, también apuesta por la electromovilidad, lo que se pide al Gobierno y a las instituciones europeas es «neutralidad tecnológica», es decir, que no se imponga un modelo que, puede resultar que, en la práctica no funcione. Que se abra la mano y se permitan todas aquellas tecnologías que permiten reducir las emisiones: híbridos, gas natural, biocombustibles, eléctricos, por supuesto, etc.
Porque lo que motiva la decisión de compra del transportista es la relación calidad/precio, así lo afirma el 21% de los encuestados; un 17% tiene en cuenta el cumplimiento de las normativas europeas, por lo que pueda influir en el coste de los peajes, acceso a ciudades con restricciones medioambientales, etc. Para un 8% la reducción de emisiones es el factor clave y solo para un 7% la reducción de consumo.
Nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación
Aunque los vehículos nuevos matriculados a partir de agosto de este año tendrían que haber llevado instalado el tacógrafo inteligente de segunda generación, la falta de stock de los fabricantes, y la falta de suficientes homologaciones, ha llevado a tomar diversas medidas que han pospuesto en cierta manera esta obligación. Pero está ahí, y en 2025 ya no habrá más moratorias, y todos los vehículos que hagan internacional, si tienen tacógrafo analógico o inteligente de primera generación, tendrán que llevar instalado este tacógrafo de segunda generación, que surge por la necesidad de controlar el cabotaje y a las empresas buzón.
Sin embargo, solo un 20% de los transportistas afirman tener su flota ya preparada con este nuevo tacógrafo. Un 45% dicen que no, por el elevado precio y un 30% que no por las dificultades para instalarlo por la falta se stock por parte de los fabricantes.
Las ventajas de disponer de un tacógrafo inteligente de segunda generación son obvias, aunque poco conocidas, afirma Antonio Sangüesa, pero un 70% de los encuestados afirman no conocerlas; un 18% sí, porque han utilizado el “cheque moderniza” para su renovación; un 8% también porque evita inmovilizaciones en frontera (el tacógrafo detecta el cruce de fronteras y el conductor no tiene que parar para marcar ese cruce).
El denominado “cheque moderniza” no ha cubierto las expectativas iniciales, es decir, quedan muchos fondos todavía por adjudicarse y el periodo de solicitud no finaliza hasta junio de 2024, por lo que puede seguir solicitándose esta ayuda para la sustitución del tacógrafo analógico o de primera generación por el último.
En cualquier caso, el responsable de soluciones digitales de Continental, aconseja a los transportistas adelantarse a la fecha obligatoria de cambio, para no verse sometidos a tensiones por falta de producto y no llegar a tiempo para cumplir las exigencias europeas.
La mejora de las condiciones de trabajo fundamental para atraer conductores
Enla encuesta se ha preguntado a los transportistas por la escasez de conductores: un 86% afirma sentirse muy preocupado por la falta de relevo y las dificultades para encontrar conductores, mientras que un 11% dice que no.
La edad media de los conductores es de 50 años. Si ahora hay problemas para encontrar conductores, cuando haya que sustituir a los que se vayan jubilando el problema aumentará. Cuál es el número real de conductores que faltan en España, no se sabe, como señala Juan José Gil Panizo, pueden ser 20.000 conductores o más o menos, pero el problema es real y hay que poner soluciones.
Soluciones como mejorar las condiciones salariales, así opinan un 75% de los encuestados; implantar modelos logísticos más eficaces y operativos, en un 68% y es que, nos recuerda Juan José Gil, que los tiempos de espera en las plataformas, el trato recibido y la carga y descarga que algunos no se han enterado de que el conductor ya no la hace, siguen sin respetarse.
Adelantar la edad de jubilación también sería un factor importante para el 65% de los transportistas, mejorar la conciliación, un 42% y aumentar las ayudas a la formación, un 40%.
Adelantar la edad de jubilación con coeficientes correctores es una batalla antigua del sector, que no se puede ganar de momento, al menos así lo transmite Juan José Gil, por un puro tema económico. Otras profesiones la tienen, pero no el transporte, con varias decenas de miles de conductores, supondría un coste inasumible para los fondos de la Seguridad Social, al menos esta es la respuesta oficial. Pero la batalla no se ha dado todavía por perdida.
Sobre la formación, cierto es que el acceso al carné profesional más CAP es caro, sobre todo para la gente más joven o en situación de desempleo, y puede ascender a varios miles de euros su coste. En el caso de la conciliación, que es un tema tanto para hombres como para mujeres, es evidente que el trabajo, sobre todo en casos como internacional, permite una conciliación complicada cuando no imposible.
La sostenibilidad preocupa mayoritariamente al sector
A la pregunta sobre qué importancia tiene la sostenibilidad medioambiental en su actividad, un 80% de los transportistas afirman darle importancia en mayor o menos medida. Solo un 13% se muestra negativo y no considera que sea importante en su día a día. Un 60% dice conocer las nuevas normas medioambientales que se negocian en Bruselas, como los objetivos de reducción de emisiones de CO2 y la norma de emisiones Euro 7.
En un 38% creen que medidas graduales de disminución de emisiones podrían contribuir a mejorar esta sostenibilidad; un 37% sitúa esta mejora en la transición a motores y combustibles alternativos, un 11% a la adaptación de la normativa europea.
